sábado, 22 de diciembre de 2018

TÚ ELIGES.


TÚ ELIGES

Cuidaré de mi familia porque es mi bien más preciado.

Entiendo a las personas que desean borrar del calendario unos días especialmente sensibles y especiales. Pero espero que ese impulso se mitigue tras leer este escrito.

¿Sabéis? No solo los lazos de sangre forman mi refugio estos días. La familia, sea de sangre o no, la conforman aquellas personas que te quieren en su vida y que aceptan quien eres, que harían lo que fuese por verte sonreír y que te aman  sin importar nada más. Y estoy segura, que si te paras a pensar, tienes cerca  una de ellas. Piénsalo.

Solo por esa persona, merece la pena la Navidad.

La melancolía y los recuerdos del pasado, las siempre injustas ausencias en nuestra mesa , los sueños rotos curados con tiritas y las durezas que con la convivencia solemos crear nos impiden disfrutar de lo que en mi opinión, es esencial estos días.

Mi familia, la que tengo, la que toco, la que siento, me espera. Y ya siento deciros, que esa espera no es permanente. No siempre van a estar allí. Por eso, utilizad cualquier excusa para recuperar ese espacio de encuentro inigualable, ese calor propio de la infancia, del hogar, del olor a comida, de esos gestos, de esas personas, de esos anhelos, de esos recuerdos. Si queréis echar la culpa a la Navidad para sentir la necesidad de abrazar a vuestros seres queridos, hacedlo por favor porque el tiempo nunca para.

Disfruta de tu familia, la que tú elijas. Disfruta de su calor, sus instantes, su locura y su cordura. Y vívela sin prejuicios ni expectativas y podrás valorar algo maravilloso en la vida, en el grado más profundo del amor. Está en nuestras manos. Yo no dejaré pasar esta oportunidad.

Y tú ?

Feliz Navidad.






viernes, 22 de junio de 2018

Echar de menos

Echar de menos es romperte por dentro en mil partículas que unen su llanto y gritan, haciéndose daño.
Echar de menos es cruzar el abismo apartando tu mente de aquella cordura arrastrada con muecas, sin permiso alguno.
Echar de menos es pintar un cuadro de cinabrio intenso, ventisca helada y cuchillos callados.

domingo, 25 de marzo de 2018

Permítete amarte


PERMÍTETE AMARTE

Tú , que valoras lo que tienes, superas lo que te duele y luchas por lo que quieres .

Te pido, con el amor como fuente  de mis palabras, que respires aire,  acaricies la paz y que cambies tu mirada hacia lo más alto para apreciar lo que te envuelve aquí cerca, a tí.

Permítete dejar de pensar en la cima, ya podrás más adelante y permítete un tiempo de reflexión, o de pensamientos vanos que no necesitan ser juzgados. 

Permítete vivir el amor que inunda tu corazón de una manera más tranquila, más compasiva, más placentera.

Siempre buscas mejorar todo aquello que aparece en tu vida. Sin darte cuenta quemas etapas, consigues metas y no te paras a saborearlas antes de emprender una nueva.

Permítete mimarte, respirarte, sentirte, acariciarte , sonreírte, disfrutarte,
quererte.

La lucha es menos lucha cuando el amor la mueve y cuando el amor te guía.

Permítete amarte.

Gracias.

domingo, 5 de marzo de 2017

En el río y no en el mar.

A veces es necesario apartarse  sin más para no tener que seguir explicando y contando que por dentro existe un río.
Ese río que discurre de manera precipitada, improvisada, imprevisible, que a veces frena, se embalsa y le da el sol  brotando la vida, para de repente recibir el deshielo.  Entonces comenzar y acelerar de nuevo su camino para seguir y seguir hasta ese destino que ni él mismo sabe pero que para todos es el mismo.

Ese destino que muchos tememos porque a veces, demasiadas veces, nos saluda y nos asusta y deseamos de una vez que deje de llamar y asustar. Y me niego a aceptar lo que muchos dicen: aprende a discurrir con ello y disfrutar de tu maravilloso viaje.

Pues no me gusta esa manera de desembocar. No me gusta que nadie tenga que discurrir por su caudal teniendo presente que el remanso del mar le espera.
No pretendo ser salmón que nade a contracorriente porque se niega a seguir de frente. Prefiero pensar que seguiré ayudando a crear cantos rodados de manera infinita y no tener que acelerar y anticipar ese encuentro o ese desencuentro.

Quiero paz pero no en el mar.  Por favor, que la gente deje de decir que el río es más fuerte cuanta más agua lleva o cuantas más curvas tiene. O que es más bonito cuantos más saltos de agua crea. Porque quizás esos saltos son preciosos para el que los fotografíe, pero tal  vez ese río no quiere quedarse en una foto.

A veces el río se sumerge tras un trayecto, breve o extenso, pero se esconde. Quizás es necesario dejarle estar callado y respetar su aparente quietud. Y si vuelve a salir con energía y brillo porque tiene la suerte de haber encontrado fuerza para seguir adelante, entonces, solo entonces, que lo celebren todos.

Tal vez el río desea aprender a discurrir sin tener en cuenta su cauce ni su destino. Tal vez el río quiera quedarse quieto, pero por el camino.
Y hasta entonces prefiera seguir callado mientras encuentra la manera de saber llegar.

Tal vez quiera paz, pero no en el mar.

Estrujadora.



miércoles, 30 de noviembre de 2016

ESPERANDO


Hay lugares donde el silencio inunda una sala llena de gente. Si sus mentes fueran transparentes, si sus pensamientos mutaran en sonidos, la sala se transformaría en un muro de lamentaciones , de dudas, de llanto, de palabras de ánimo, de esperanza, de resignación , de vacío y de espera.

Siempre estamos esperando , todos estamos en silencio. Buff, no me gusta nada esta sensación. Todos miramos hacia abajo y de vez en cuando miramos los rostros de los que nos rodean, pero la empatía no existe  entre nosotros. Nosotros mismos somos un muro que ya sostiene nuestras propias  vivencias.


Las historias de los demás ya no nos importan. Además, sin conocerlas podemos adivinar lo que les ha llevado allí y de qué material está hecho su propio muro. En estos momentos, cada uno piensa en sí mismo. Y entre tanto humo gris aparece una sonrisa, la mía. Miro a mi compañera de al lado y le trasmito mi sonrisa…y sonríe.  Entra luz y los muros comienzan a tener destellos color. Todo empieza a transformarse.


Estrujadora.

viernes, 24 de junio de 2016

Para mi princesa.


Dulce mirada tras sonrisa de ángel.

Mi corazón aprendió a caminar junto al tuyo con otro compás y con otro tempo.
Con fuerza chillaste desde mi vientre que eras valiente.
Y con qué intensidad yo lo sentía…y lo sigo sintiendo.

Dulce sonrisa tras mirada de ángel.

Tus precoces primeros pasos ya indicaban que tu vida iba a ir más deprisa…pero afortunadamente tu dulzura y  fuerte carácter hicieron ralentizarlo todo y  permitirme admirarte, disfrutarte y sentirte con ritmo lento.

Dulce sonrisa tras mirada de ángel.

Tras esa mirada pícara y tímida, escondes tesón  e ingenio… mi pequeña.
Alumbras rostros oscuros con tu carita…y tus corazones pintados.
Si el amor tiene otro nombre…él escogió el tuyo.
Y en cuanto te vi en mis brazos, me enamoré ciegamente.
Quien bien te conoce no exige tus besos, no pide tu risa.
Quien bien te conoce, hará brotar tu ternura…y cuando la haya probado, quedará prendado para siempre.
Te miro y me pregunto si soy digna de alguien tan hermoso como tú.

Dulce mirada tras sonrisa de ángel.

La vida te guarda maravillosas incógnitas cariño. No la temas. Vívela. Ríe.Equivócate. Chilla. Baila. Llora. Siente. Crea. Piensa. Salta.
Que nadie te tape la boca mi niña. El mundo te necesita a TI.
No seré la mejor madre ,pero nadie te ama más que yo cariño.
Aún resuenan  las palabras que te diré a continuación. No en vano, tu hermana las escuchó antes:
Caminaré contigo mi vida, pero no lo haré por ti. Aprenderás a escalar hasta lo más alto y mi corazón se llenará de orgullo.
Pero si caes…te ayudaré a levantarte y te animaré a mirar al frente con optimismo, fuerza , valentía y amor.
Te repetiré hasta la saciedad que TÚ PUEDES…aunque intuyo que la seguridad que se atisba en tus ojitos va a ayudarte mucho en tu camino.

Dulce mirada tras sonrisa de ángel.

Reina de mis reinos, reina de mis sueños, reina de mi vida.

Te quiere.
                                                  
Mamá.

        



jueves, 12 de mayo de 2016

ZUMO DE LIMÓN



ZUMO DE LIMÓN. 



Cuando los días van demasiado rápido y la vida frunce el ceño cual niño enfadado e ignorado, cuando el aliento nos falta mientras marchamos rápido y los ojos se olvidan de mirar y lloran por solo pensar…creo que es importante que debamos permitirnos PARAR y SENTIR.

Estoy segura que muchos me diréis que  no hay tiempo para vivir de otra manera. Y yo os comprendo…hago lo mismo. Pero tengo la suerte de haber aprendido a percibir cuándo la vida levanta la mano para pedir su turno de escucha, y le hago caso.
Es entonces cuando por unos instantes me quedo absorta mirando las hojas de aquel platanero que baila con el viento todos los días. Sus hojas juegan con el  sol  y me regalan destellos de una vida que siempre está ahí y yo no me he acordado de mirarla. Quiero disfrutar ese árbol, esa rosa en el camino que recorro a diario, porque…antes de que pueda notarlo, esa rosa, esas hojas, estarán marchitas y después se habrán ido para siempre. Y no vale la excusa que me digo a mí misma: “no tengo tiempo para estas cosas”…¿Cuánto tardamos en mirar una flor y decirnos a nosotros mismos lo bonita que es? ¿ dos segundos?
Pequeños placeres que me niego a ignorarlos y sentirme afortunada por sentirlos: un beso de un niño, un cruce de miradas cómplices con un amigo, el fluir de las aguas del canal, el murmullo de los niños por las aulas cuando están preparándose para marchar, la sonrisa de una mamá cuando recoge a su pequeño tras una larga jornada escolar, el olor del café cuando despierto por la mañana ( tras pocas horas de sueño, porque simplemente el día se nos hace corto a todos),  lavar mi cara con agua fresca por las mañanas y después ponerme crema, respirar profundamente cuando me veo en el espejo y comprobar cómo pasa el tiempo…y celebrar que ese tiempo está pasando y la vida me abraza y me acompaña. Me encanta el olor a ropa limpia cuando la tiendo, sentir mi cama fresca cuando me acuesto, oír la respiración rítmica y placentera de mis princesas mientras duermen…qué paz. Disfruto del olor de los guisos de mi madre mientras yo hago deberes con mis hijas…y ella sin darse cuenta me está regalando una sinfonía de aromas y canciones susurradas que me arropan y me hacen sentir la mujer más feliz del mundo.
Y qué me decís cuando regresáis a casa y veis unos limones amarillos que chillan alegría y piden que los fotografíe (ahora,¿ quién se atreverá a exprimirlos?), cerrar los ojos al pasar por la panadería del barrio y embriagarte del olor a pan recién horneado. Me provoca risa caminar entre hojas secas caídas en otoño…y disimuladamente siempre que puedo me zambullo en ellas cuando nadie me ve y disfruto (ahora ya lo sabéis también vosotros). No puedo olvidarme del placer de sentir un gajo de naranja en mi boca, lo muerdo y al deshacerse su jugo me inunda y me despierta. A veces, cuando estoy a punto de dormirme desplomada en la cama y  totalmente agotada,  me doy cuenta de que estoy contando las gotas de lluvia que golpean en mi ventana ¡Y después quiero seguir contándolas!
¿Estoy loca?
No.
 Simplemente…siento.

Lourdes